Dos bebidas muy parecidas pero diferentes
Queremos compartir contigo las diferencias entre mezcal y aguardiente para que las reconozcas. Aunque no lo creas, existen claras distinciones que quizá no habías notado. ¡Toma nota! La próxima vez que tengas estas dos bebidas a tu lado, podrás distinguir una de la otra con más detalle. El mezcal se destila del agave, tiene un sabor ahumado y es originario de México. En cambio, el aguardiente es destilado de ingredientes como la caña de azúcar o las uvas. Aprender estas diferencias te ayudará a apreciar mejor cada una de estas bebidas. ¡Disfruta con conocimiento!»
Por el origen
Mezcal
México se caracteriza por una amplia variedad de bebidas típicas que forman parte de su identidad. Como ya lo hemos dicho y estudiado, el mezcal es el más reconocido por su elaboración, origen y sabor. Estas bebidas aportan frescura, fortaleza y, sobre todo, una arraigada tradición que las familias mexicanas protegen celosamente para preservar los sabores más emblemáticos de diversas regiones, como Oaxaca, Michoacán y Puebla, reconocidos por su gastronomía única.
Las diferencias entre el mezcal y el aguardiente, dos bebidas tradicionales y clásicas. Se enfatiza que estas diferencias son importantes y distintivas, y que es crucial reconocerlas para evitar que alguien intente vendernos una bebida por otra.

Aguardiente
El aguardiente es una bebida alcohólica que se obtiene mediante la fermentación de una materia prima y cuyos sabores y aromas se desarrollan gracias al proceso de destilación. Esta bebida se elabora a partir de una variedad de ingredientes ricos en sacarosa, un componente esencial en su producción.
El arte de la destilación se conoce desde tiempos antiguos y se utilizaba originalmente para la creación de perfumes. Se dice que fue introducido en Europa por los árabes y, posteriormente, se difundió ampliamente.
La destilación permitió a los productores de aguardiente obtener bebidas con mayores concentraciones de alcohol y, al mismo tiempo, resaltar los sabores y aromas de los ingredientes utilizados. A lo largo del tiempo, se han empleado diversos ingredientes, como frutas, granos y plantas, para dar origen a una amplia variedad de aguardientes, cada uno con sus propias características y perfiles de sabor.
El aguardiente ha sido una bebida apreciada y disfrutada en diferentes culturas a lo largo de la historia, y su proceso de destilación ha sido perfeccionado a través del tiempo para brindar experiencias únicas y variadas a quienes lo degustan.
Estos aguardientes se elaboran utilizando una amplia gama de ingredientes, que incluyen frutas como manzanas, uvas, peras, ciruelas y cerezas, así como caña de azúcar e incluso cereales como trigo y maíz.
La sacarosa presente en estos alimentos es el componente esencial en la producción de los aguardientes, ya que se fermenta y destila para obtener el alcohol. Cada ingrediente utilizado aporta su propio sabor y características al aguardiente resultante, creando una diversidad de perfiles de sabor en estas bebidas.
Es interesante destacar la versatilidad de los aguardientes, ya que se pueden elaborar a partir de una amplia variedad de plantas y cultivos. Esto proporciona una amplia gama de opciones y sabores para los amantes de estas bebidas alcohólicas destiladas.
Por el grado de alcohol
Una diferencia clara entre el tequila, mezcal y aguardiente radica en su contenido de alcohol, ya que uno se encuentra significativamente por encima de los demás, lo que asegura una buena dosis de embriaguez si eliges acompañar tu noche con esta bebida.
El mezcal es conocido por ser la opción más fuerte, ya que puede alcanzar hasta un 45% de contenido alcohólico, lo que significa que puede afectarte más rápidamente en comparación con otros licores.
El tequila, por su parte, generalmente oscila entre 36 y 40 grados de alcohol, mientras que el aguardiente tiene una graduación alcohólica de apenas 30 grados.
Estas diferencias en el grado de alcohol de cada bebida influyen en su sabor, fuerza y en el efecto que pueden tener en quien las consume. Es importante tener en cuenta estas características al elegir una de estas opciones para disfrutar de una noche agradable, siempre con responsabilidad y moderación.

Por el sabor
Debido a la utilización de diferentes tipos de agave en la producción de estas bebidas, cada una de ellas posee sabores distintivos. El mezcal, que puede elaborarse con distintas variedades de agave, exhibe una amplia gama de sabores, y en el caso del tequila, en el paladar se pueden apreciar notas florales y ligeramente dulces.
Por otro lado, el aguardiente, al ser elaborado a partir de la caña de azúcar, presenta una gran diversidad de sabores, lo que lo convierte en una elección extraordinaria para utilizar en cócteles. Es posible encontrar notas de manzana, caramelo, canela, durazno e incluso menta en esta bebida.
Estas características sensoriales únicas hacen que cada una de estas bebidas tenga su propio perfil de sabor y que sean apreciadas de diferentes maneras. La elección de una de ellas dependerá de las preferencias individuales y del tipo de experiencia gustativa que se busque. Ya sea disfrutándolas en su forma pura o mezcladas en cócteles creativos, estas bebidas ofrecen una amplia variedad de sabores para deleitar el paladar de quienes las prueban.
El embotellado
Distinguir entre las botellas de tequila, mezcal y aguardiente puede parecer un tema interesante. Aunque las botellas suelen tener similitudes, no es tan complicado diferenciarlas. En general, las botellas de mezcal tienden a ser un poco más alargadas, mientras que las de tequila son ligeramente más anchas. Por otro lado, las botellas de aguardiente suelen ser pequeñas, de plástico y fáciles de transportar.
Por si las dudas
Sin embargo, la mejor manera de saber qué estás comprando es leer la etiqueta. En ella se encuentran las especificaciones y detalles precisos sobre el tipo de bebida, su origen, el contenido alcohólico y otros datos relevantes. La etiqueta proporciona información clave para asegurarnos de adquirir la bebida deseada y disfrutarla de acuerdo con nuestras preferencias.
Así que, aunque las botellas puedan ser parecidas, leer la etiqueta nos brinda la certeza necesaria para elegir la bebida correcta y disfrutar de una experiencia auténtica.