Tips para que puedas reconocer un buen mezcal 

Antes de llevar a su boca este líquido que sabe a fuego, los bebedores de tradición en pueblos antiguos en Oaxaca acostumbran a darle primero un trago de mezcal al Chaneque o Señor del Lugar, derraman un poco en la tierra para pedirle permiso al iniciar una actividad, pasar por el campo o iniciar una festividad. Se brinda con él para que los cuide.  

Por su denominación de origen 

El término “mezcal” se utiliza para denominar a las bebidas provenientes de Durango, Guanajuato, Guerrero, Oaxaca, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas debido a su denominación de origen. Sin embargo, también se produce en otros estados con diferentes nombres.  

Los conocedores y amantes del mezcal han identificado algunos elementos para reconocer un buen mezcal: 

Por su tipo de agave: 

Uno de los principios fundamentales para los amantes del mezcal es no beberlo si tiene menos de 45 grados de alcohol. Existe la creencia de que esta es la graduación mínima de garantiza la autenticidad y la intensidad característica del mezcal. 

Incluso hay productores que, cuando consideran que el nivel de alcohol es insuficiente, optan por destilar nuevamente la bebida. Esto se hace con el objetivo de obtener un mezcal más fuerte y con mayor carácter, que satisfaga las expectativas de los consumidores y respete las tradiciones de su elaboración.   

Por la densidad  

Un paso importante para identificar una bebida de calidad es prestar atención a su densidad. Esto se puede observar al agitar la botella y ver cómo el líquido se mueve en sus paredes. Si el líquido cae lentamente, esto indica que es una señal de calidad.  

Otro aspecto a considerar son las perlas o burbujas que se forman al agitar o servir la bebida. Cuantas más perlas aparezcan, mejor será la calidad. Si no se observa este efecto de perlado, es probable que la graduación alcohólica sea inferior a los 45 grados mínimos.  

Aroma  

Si colocas una gota de mezcal en el dorso de tu mano y la frotas, deberías percibir un suave aroma a planta, dulce y ahumando. Este característico aroma proviene de su proceso de cocción en horno de tierra.  

Un buen mezcal debe tener un aroma agradable. Los malos mezcales huelen a barniz de uñas. Como te comentábamos, si frotas el mezcal en tus manos, si te llega un olor a agave es que estas tratando con algo digno. Pero si te llega de igual manera un olor a acetona, no es nada bueno.  

Al tomar el tiempo de aspirar su aroma con más atención, podrás descubrir una variedad de sabores adicionales, como notas frutales, resina, chiles y hierbas. Estos elementos se entrelazan para crear una complejidad aromática única en el mezcal.  

El sabor 

Los amantes más exigentes del mezcal suelen recomendar beberlo solo, para preservar el sabor distintivo del maguey y su tono terroso, evitando que se pierda o se mezcle con otros sabores.  

Sin embargo, también existen aquellos que prefieren acompañarlo con rodajas de limón o naranja, sal de chile o sal de gusano. Además, se han vuelto populares los cócteles elaborados con mezcal, aunque es importante tener encuentra que la calidad de estos puede variar. 

Los expertos en la metería aconsejan evitar mezcales almacenados en barricas, ya que pueden alterar su sabor original.   

La firma del creador 

Los mezcales de alta calidad son aquellos que llevan la firma de un Maestro Mezcalero. Estos expertos artesanos son quienes dominan el arte de la destilación del mezcal y se encargan de asegurar que cada botella sea una obra maestra. Su experiencia y conocimiento se reflejan en el sabor, la complejidad y la calidad de la bebida. La firma de un Maestro Mezcalero en una botella es una garantía de autenticidad y excelencia y representa el compromiso y el orgullo de preservar la tradición y el legado del mezcal.  

Numero de litros producidos 

Para reconocer un buen mezcal, es relevante prestar atención al número de litros producidos. Un ejemplo, si solo podemos observar en su etiqueta que se produjeron 123 litros en ese lote. Los mezcales de baja calidad generalmente no proporcionan esta información.   

Este dato es significativo porque indica que el mezcal fue producido en cantidades limitadas, lo que puede implicar un proceso más cuidadoso y detallado. Los productores de mezcal de calidad suelen enfocarse en elaborar lotes más pequeños para garantizar un control de calidad más riguroso y preservar la autenticidad de la bebida. Por lo tanto, conocer el número de litros producidos puede ser indicador de la dedicación y la excelencia en la elaboración del mezcal. 

Vamos despacio 

No te dejes engañar por los vasos pequeños. A diferencia del tequila, que a veces se toma de un solo trago, el mezcal es una bebida que se disfruta lentamente, saboreándola con calma. Se toma en pequeños sorbos, permitiendo que el sabor se despliegue en la boca y su calidez se extienda.  

Con solo tres tragos cortos, se puede apreciar la esencia de esta bebida.  

Hay personas que prefieren mezcales más intensos, ya que les permite dosificar la cantidad que beben. Los mezcales suaves son deliciosos, pero pueden ser engañosos, ya que suavizan el sabor del alcohol y podrías beber más de lo que esperas. 

Tú decides 

Hay diferentes edades del mezcal: tenemos los jóvenes, reposados o añejos, ahora bien, también se combinan con frutas o sus cáscaras para obtener sabores diferentes como curados o licores frutales.  

Cada persona puede tener sus preferencias individuales en cuanto al sabor y estilo del mezcal, pero estos elementos son considerados como indicadores generales de calidad en el mundo mezcalero. 

Recuerda que cada mezcal tiene su propia personalidad independientemente del tipo de edad y sabor, hay variedad para que puedas disfrutar esta bebida en todas las formas que te permita tu imaginación y gusto. Así que experimente y encuentra aquellos que más te gusten, disfrutando siempre de manera responsable.